Ideas para un buen reportaje de fotos de Fallera Mayor
David Linuesa
Fotógrafo de BookBoda Fotógrafos
Hay muchas formas de plantear una sesión de fotos para una fallera mayor, pero en todas tenemos que tener presente tres cosas: la primera es que las fotos suponen un gran recuerdo de un año muy especial en sus vidas, por lo que el trabajo debe estar a la altura de lo que para ellas supone ese momento; la segunda es que las fotos se tienen que adaptar a la fallera y no al revés, por lo que seleccionaremos un espacio acorde a nuestra protagonista y unas ‘poses’ y situaciones en las que ella se sienta cómoda y salga favorecida. La tercera, y no por ello menos importante, es que la sesión no se aleja mucho de una sesión de moda, puesto que es importante que se vean –y que se vean bien- todos los trajes y detalles que luce la fallera durante los actos.
Como toda sesión de moda, el fotógrafo debe tener controlados todos los detalles que envuelven la foto. Que las Fallas sean una fiesta tradicional de la cultura valenciana no significa que tengamos que repetir constantemente los mismos escenarios donde llevar a cabo las fotos, tipo Albufera, Ciudad de las Ciencias… Valencia es una tierra rica en espacios de gran belleza en los cuales podemos jugar con los elementos del paisaje. Lo ideal es que, conversando con las falleras, encontremos un lugar característico y a la vez importante para ellas, un lugar donde se puedan sentir especiales y no coincida con las fotos generales. Una vez allí, lo fundamental es encontrar la hora del día ideal para que las fotos cobren un aura especial.
En el conjunto de las fotografías resulta muy interesante siempre combinar el color con el blanco y negro, puesto que, depende de cada gesto y situación, la propia foto pide una opción u otra. Aprovechemos las ventajas que nos ofrece la fotografía digital para trabajar la foto y enriquecer el resultado. No obstante, el retoque digital no supone el terrorismo de la foto. Excesos de photoshop en pieles, efectos ‘flu’ o virados pueden llegar a hacer que la fallera pase de ser una persona humana a convertirse en un ente. Queremos que las falleras -y sus familiares- se reconozcan en las fotos. El truco de una buena -y bonita foto- está en el momento de la toma, no en el trabajo de postproducción.
Ser fallera mayor supone un gran esfuerzo para muchas falleras, por lo que es tan importante un buen sastre como un buen fotógrafo. Mi consejo para las falleras es que seleccionéis un fotógrafo que os dé confianza por su trabajo, porque os gusta lo que habéis visto de él y porque os puede aportar cosas nuevas, no porque lo seleccionen todas las demás.
En la diferencia está la grandeza. Un buen trabajo es un gran recuerdo.
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