Sedas valencianas, un gran patrimonio
Han sido la revolución fallera de este viernes. Con la declaración de Patrimonio de la Humanidad, todo el colectivo estamos más sensibles que nunca y encontrar estos botines en una marca de moda internacional ha dado de que hablar. Pueden gustar más o menos a los faller@s (que tan acostumbrada tenemos ya la vista a estos maravillosos estampados en mil y un colores), pero si finalmente han salido al mercado es porque no se van a quedar en las estanterías y tendrán éxito.
Zara no da puntada sin hilo y ha apostado por ellos esta temporada de invierno 2016 en plena campaña navideña. Ello nos hace reflexionar sobre las numerosas apariciones de las sedas valencianas en pasarelas de los últimos años.
Al menos una vez al año (y poco nos parece, la verdad) nuestros tejidos saltan frente a los flashes y nos recuerdan que la alta costura gana siempre con ellos. Tirando de hemeroteca encontramos una de las apuestas más fuertes, la de la Reina Letizia (por aquellos momentos prometida del Príncipe todavía) en el año 2004. Quedaban pocos días para su enlace y su puesta de largo ante las casas reales europeas en Dinamarca no pudo tener mayor toque valenciano: apostó por un vestido dos piezas de Lorenco Caprile compuesto por una chaqueta encorsetada con escote barco, brocados de seda de la Rafael Catalá -con el dibujo de Avignon, inspirados en el siglo XVIII- y botones bordados en cristal; y una falda de color rojo.
Si nos remontamos a 2012 encontramos sobre pasarela estos diseños de Carlos Haro o Mercedes de Alba con estos damascos y brocateles aplicados a moda de alta costura, piezas de fiesta con telas de Vives i Marí.
A finales de 2013, Mar Flores irrumpía en la fiesta del 50 aniversario de la revista Telva con otro diseño de alta costura de Caprile. Esta vez un vestido largo, sobrio, con unos zapatos Valentino en color nude y sí, ella misma nos confirmó vía Twitter que la seda era 100% valenciana. Concretamente se trataba de la seda Ayora de Rafael Catalá.
Mientras que si miramos al exterior, a la colección otoño-invierno 2014-2015 de Maison Martin Margiela, vemos una reflexión sobre la indumentaria. La lujosa casa parisina, emblema del diseño conceptual, presentó telas que nos resultan muy familiares gracias a la ascendencia francesa de nuestros tejidos.
Con unos cortes tremendamente atrevidos, el colectivo fallero capta enseguida las similitudes y se enorgullece que los grandes diseñadores valoren valoren positivamente estas telas que sentimos tan nuestras y cuya confeccion, en telares de hace décadas, forman parte del expediente de las Fallas Patrimonio de la Humanidad.
Y este 2016, con los primeros calores del verano, aparecía un cantante que nos había hecho estar muy happy para deslumbrar al personal con una colección hiperexclusiva de Adidas. La marca deportiva le encargó a Pharrell Williams un diseño de chaquetas y zapatillas. Éste fue el resultado y así os lo contábamos en este blog...
Williams se fijó en algunos tejidos de la tienda Marché Saint-Pierre, situada a a los pies de la colina de Montmartre, para darle la vuelta a las clásicas zapatillas de tenis Stan Smith con dos tejidos de flores: uno en tonos turquesa y otro en color crema, con adornos en oro, rojos y verdes.
Y medio año después, llegan los botines de Amancio Ortega... Tan sólo unos días después de la proclamación de nuestra fiesta como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Que pueden o no estar inspirados en Valencia, que pueden o no haber pensado en las fallas al diseñarlos, que puede o no haber un guiño a nuestra fiesta, que tendrán detractores y amantes a partes iguales, pero lo cierto es que vuelve a poner en el punto de mira a nuestras sedas para ser exportadas a nuevos escenarios de la moda muy interesantes.
¡Diseñador@s, miren nuestros telares, tienen un verdadero patrimonio a su alcance!